Una noche inolvidable

El 9 de Junio de 1999, estuve inquieta desde temprano.
A la mañana, tuvimos que acudir con el equipo “las hormigas”, a realizar una entrevista al gerente de supermercados DISCO, para un trabajo práctico en el que debíamos mostrar a partir de organigramas y preguntas, que lugar daban a las Relaciones Públicas. Si existía un relacionista publico, si había concentración de tareas en un gerente, como manejaba las comunicaciones con loa diferentes públicos, etc., etc.
Ya estaba volada desde ese momento. Siempre me parecieron tan poco prácticos los trabajos prácticos en equipo!!!. Para mí, que laburaba y tenia responsabilidades gigantes, era pérdida de tiempo. Pero como he manejado mis estudios es otra historia.
Luego a cursar, de 14 a 18 hs. Y el malestar seguía.
Yo vivía en un departamento alquilado en Chacabuco a 800, entre Independencia y Carlos Pelado.( bueno, Calvo). Edificio viejo, y de viejos. Si…eran solo 10 departamentos y los pocos vecinos a los que alguna vez les había visto la cara tenían sus años y su antipatía en los rostros.
Cuando llegue, una vecina corría por el pasillo central a los gritos y me recibió diciendo… “ahí viene la chica!!!... llamamos a los bomberos porque sale humo de tu departamento”. Para colmo era el ùltimo piso, el quinto. Para mas…yo dejaba todo herméticamente cerrado, ventanas, persianas, todo.
Corrí los 5 pisos por escalera y sin dudarlo me mandé. El fueguito no era mayor al que se hace cuando uno empieza un asado y estaba localizado en una mesita en la que yo tenia el equipo de música y sus aledaños. El humo en cambio, era la oscuridad total.
En ese momento conocí a mi vecino de piso al que jamás había visto y que con la mejor buena voluntad corrió en la misma sintonía inconsciente que yo. Balde de agua y a tirarle al fuego… Los viejos que gritaban “ noooooooo… no abras las ventanas, no tires agua…eso aviva el fuego!!!!”. Y yo gritaba mas fuerte que ellos… MIS PAPELES!!!!!.
Lo ùnico que me importaba era lo de papel…que extraño no?.
Llegaron los bomberos, me sacaron a los tirones del departamento y realizaron su trabajo, mientras el vecino me contenía y yo seguía a los gritos con que “no me arruinen los papeles de laburo, de la facu, la foto de mi mamà!!!”.
Todo paso en unos minutos y no voy a olvidar nunca al jefe de bomberos que actuò como un psicologo, me tranquilizo, me hizo ver la importancia de estar sana… que lo material no importaba, que pase y si tenia algo de valor me fije para tranquilidad de ellos también, etc., etc., etc.… De valor?... MIS PAPELESSSSSSS. Asi a oscuras y viendo todo lo blanco negro, fui hasta le placard a buscar algo de ropa asumiendo que ahí no podia quedarme.
Jaaaaaaaa. Ilusa yo… El que no pasò por un incendio no tiene idea como el humo penetra hasta en la mínima hendija, se mete sin pedir permiso en todos lados y acompañado por un olor inolvidable, inconfundible, se queda ahí tornando todo en una paleta en la que solo se distingue NEGRURA.
Para ser mas practica y clara. NO TENIA NI UN CALZON PARA LLEVARME.
Mi vecino me ofreciò un cafè, me contò que era periodista, que tenia un programa de radio nocturno en Radio Nacional, me relato penas propias, como si cuando a uno le duele algo se le pasara porque al otro también le duele.!!!.
Ahí se me ocurrió mirarme en un espejo. Yo usaba en jardinero ( para los de afuera, jardinero le decimos a los pantalones con pechera incluida, tiradores, o algo así) de color rojo, polera y mi campera de cuero con corderito. Obviamente, no solo tomè conciencia de que yo también al haberme mandado al departamento estaba negra, sino que el olor insoportable se habia impregnado, sobre todo en la campera.
Así como estaba, me apure para llegar a un shoping para poder comprar ropa para cambiarme.
Los hombres que pìensan que las mujeres somos vuelteras, se sorprenderían. Primero porque para mi comprar ropa no es ningún placer..es un tràmite y no me gusta ni esperar, ni que me muestren ocho millones de cosas. Voy a lo que necesito. Asi y todo. NUNCA EN MI VIDA FUIO TAN PERO TAN RAPIDA Y PRACTICA.
Entraba a un local, “necesito un jean”… -a ver a ver… tenes este y…. -LISTO, ME LO LLEVO. … dame un sweater y alguna remera… “bueno…te muestro...”. -no, no me muestres… dame una remera que me ande y un sweater…cualquiera… si si ese.-me lo llevo. Obviamente también, necesitaba ropa interior... Ahí vino el tema. No había manera de explicarle a la empleada que, por esa vez, no necesitaba ni encaje, ni me importaba el color, ni si venia el conjunto, ni nada… solo necesitaba una bombachita, un corpiño y medias… era tan difícil de entender????????. Le decía “mira… yo te agradezco, no saques mas….pero se me incendio el departamento, y necesito comprar ropa para cambiarme…. Sabes que pasa, se me arruinó toda la ropa…entendes?”…si si.. Y seguía sacando y sacando y me miraba como si me prestase atención, pero seguía buscando como una autómata conjuntos, porta ligas y demás. Se me termino la paciencia, manotee un conjunto y dije gracias y me fui a la caja… La señorita me acompaña, me dice, gracias por su compra y la mira a la cajera y le dice... “CHE, VOS NO SENTIS UN OLOR COMO A HUMO, NO ESTARAS FUMANDO NO”?... Ah no…ah noooooo… no se imaginan mi cara… la mire sintiéndome Espalter, el humorista uruguayo, cuando decía “para que me habré operado?”. -Nena… no busques… te acabo de decir que salgo de un incendio!!!.
“No … no te lo pu e do cre e e e r”. Chau nena… chau.
Hace falta decirles que como en la mayoría de las situaciones que he tenido que enfrentar, estaba sola?.. Si… solita. Había hablado con quien era mi socio y me había aconsejado que no llame a mi familia para no preocuparlos, y eso hice… PERO MIENTRAS TANTO ESTABA SOLA EN BUENOS AIRES Y EN PELOTAS!!!.
Creo que el baño que me di fue uno de los mas ansiados y largos de mi vida… y la noche también fue interminable. Conseguí una radio y escuche como mi vecino desconocido, antes de irse a cada tanda, decía “hoy recuerden, el programa se lo dedicamos a Claudia, vamos Claudia, este tema es para vos… arriba que todo está bien”. Y yo lloraba como una Magdalena.
Lo único que deseaba era estar en Bahía.
Probado…aùn después de la noche mas larga, sale el sol… y con mi ropa comprada la noche anterior, me vine a Bahía a la mañana.
No hay nada, pero nada material que pueda recordar, o que me importe de lo que había allí dentro. Solo la foto mas linda que tenía con mi Mamà, y un par de CD con temas inéditos de rock nacional. Salve libros, que aùn hoy tienen en sus páginas restos de hollín. Y fue`… lo que no pude olvidar jamás, es la cara de la piba de la lencería diciendo “che que olor a humo…”. Tarada!!!!!
Lo que vino después, es otra historia…